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En la actualidad cada vez son más las grandes marcas de distribución que exigen a sus proveedores que los productos suministrados o los servicios prestados (p.e. transporte y distribución) estén certificados por alguna de las Normas de Seguridad Alimentaria que existen en la actualidad.

Al principio este requerimiento suena extraño y lo primero que hace pensar es que ya están exigiendo algo que solo sirve para invertir tiempo, dinero y recursos humanos pero nada más empezar con el proceso de implantación de la norma escogida, se empieza a ver como una herramienta efectiva para tener un mayor control sobre todos los procesos que pueden afectar a la legalidad, seguridad y calidad de los productos y servicios prestados así como una buena estrategia de venta para exportar a otros países o abrir nuevas líneas de negocio.

Actualmente las normas en materia de seguridad alimentaria más demandadas son las que están reconocidas por GFSI (Global Food Safety Initiative) destacando en nuestra entrada de hoy, la Norma Mundial de Seguridad Alimentaria BRC (British Retail Consortium) y la Norma de Seguridad Alimentaria IFS (International Featured Standards).

En nuestro país estos esquemas eran desconocidos hasta que grandes cadenas de distribución han empezado a exigir esta certificación asegurándose que los proveedores que la obtienen garantizan que el producto suministrado o servicio prestado es legal, de calidad y seguro.

Por todo lo comentado, hemos querido centrar nuestra publicación de hoy en animar a los empresarios a adelantarse a los requerimientos que están por llegar de parte de sus clientes apostando por la seguridad alimentaria y consiguiendo posicionar su empresa dentro del sector.

Necesitas más información, desde nuestro Dpto. de Agroalimentario, estarán encantados de asesorarte en todo lo que necesites.

Imagen|Mconnors