En el mercado actual, el grado de exigencia en cuanto a la calidad y seguridad que deben ofrecen los productos alimentarios es cada vez mayor. Tanto los consumidores como las autoridades sanitarias así lo demandan.
La competitividad es cada día mayor al tiempo que aumenta el porcentaje de empresas que optan por la exportación como medio de crecimiento en este sector. Y la estrategia que deben seguir la mayoría de ellas para lograr posicionarse en el mercado mundial es el de las certificaciones de seguridad agroalimentaria.
Porque se hace fundamental, que cualquier empresa que quiera exportar, garantice la seguridad de su propia marca en aquellos productos que venden. Independientemente del eslabón de la cadena en el que se encuentre debe asegurar la calidad y seguridad del producto.
Para garantizar la seguridad alimentaria existen distintas normas que marcan los requisitos necesarios para implementar un sistema de gestión eficaz. Pues bien, unas de esas normas son las de la familia IFS , que son estándares promovidos por la asociación de distribuidores de Alemania, Francia e Italia y que nacen de la necesidad de disponer de una normas de calidad y seguridad alimentaria común a todos los países, como consecuencia de la globalización de comercialización de productos.
IFS tiene distintas normas que marcan el camino que deben seguir las empresas para llevar a la práctica los requisitos necesarios para garantizar la seguridad alimentaria de su producto, independientemente del nivel de la cadena alimentaria al que pertenezca. Es decir, que pueden optar a la certificación tanto los fabricantes de alimentos, brókeres, servicios logísticos como fabricantes de productos de limpieza de uso domésticos y de la higiene personal o mayoristas y distribuidores.
¿CUÁLES SON LAS NORMAS IFS?
Entre las normas más implantadas y certificadas podemos encontrar las siguientes:
IFS Food v8: Recomendada a empresas que procesan alimentos o que empaquetan productos alimentarios a granel. Es importante para todos los fabricantes de alimentos, especialmente aquellos que producen marca privada, porque contienen muchos requisitos relacionados con el cumplimiento de las especificaciones.
El IFS Food se aplica a:
- el procesado y tratamiento y/o
- la manipulación de productos a granel y/o
- las actividades realizadas durante el primer empaquetado.
IFS Global Markets Food: es una gran oportunidad para las PYMES que no están seguras de poder alcanzar la certificación IFS actualmente por no cumplir algunos de los requisitos exigidos, pero que creen que pueden lograrla de una manera gradual. Con esta norma podrán ir desarrollando todos los procedimientos de seguridad alimentaria para implementar el sistema de gestión según la norma IFS pero de manera progresiva y durante un periodo de tiempo definido.
IFS Logistics: es la norma pensada para las empresas de transporte, distribución, carga y descarga, y almacenamiento de productos tanto alimentarios como no alimentarios, y cuyo objetivo principal es garantizar la transparencia a lo largo de la cadena de suministro. Además, puede aplicarse a todos los medios de transporte: camiones, trenes, barcos, aviones y cualquier otro con condiciones de temperatura controladas o a temperatura ambiental.
IFS HPC: este estándar establece los requisitos para garantizar la seguridad del producto, reducir los costes y asegurar la transparencia con respecto a la totalidad de la cadena de producción de productos para el hogar y de higiene personal.
IFS Broker: establece los requisitos aplicables a aquellas empresas que ejercen principalmente una actividad comercial y que escogen ellas mismas a sus proveedores, compran mercancía ellas mismas o comercian con mercancía y después la envían directamente a sus propios clientes, sin ellas haber entrado nunca en contacto con el producto.
IFS PACsecure : es la norma de seguridad para los materiales de envasado basado en el APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico).
¿QUÉ BENEFICIOS OBTENDRÁ TU EMPRESA?
La certificación IFS basada en cualquier de las normas citadas mencionadas anteriormente demostrará a los clientes el claro compromiso de la empresa por la excelencia en calidad y la seguridad alimentaria. Y, además, aportará otros beneficios como:
- Posicionamiento en el mercado frente a la competencia
- Oportunidades comerciales con grandes superficies del sector de la alimentación
- Control eficaz de los procesos internos de producción, minimizando el riesgode contaminación o de errores
- Gestión más operativa y rápida de los riesgos para la seguridad alimentaria.
- Reducción de costes y tiempos
- Mayor confianza para clientes y consumidores
- Evidenciar ante terceros el cumplimiento legalen cuanto a seguridad alimentaria.
Si necesita asesoramiento sobre alguna de las normas IFS, en INTEGRA le informaremos acerca del proceso de implantación y certificación, llámanos.
Imagen: azerbaijan_stockers