El término RSC, Responsabilidad Social Corporativa, o RSE, Responsabilidad Social Empresarial, está muy de moda en la actualidad, pero muchos empresarios aún no tienen claro el significado ni la verdadera dimensión del concepto.
La RSC implica que una empresa sea consciente de su relación con el entorno físico-social en el que se desenvuelve, y que comprenda que el mundo de la empresa y el mundo en general son dos realidades que, aunque distintas, están íntimamente relacionadas. Implica también, que la empresa adopte su papel como responsable de la mejora del entorno y a su vez responsable de que las personas que la integran mejoren a todos los niveles gracias a su relación con la empresa. Y, además, hay que considerar como otra de las responsabilidades más importantes dentro de la RSC, la de innovar, principalmente con el objetivo de lograr que el entorno físico-social mejore gracias a ello.
Por tanto, es evidente, que, a la hora de mejorar el posicionamiento de una empresa y su reputación, uno de los aspectos que más se deben cuidar es el relacionado con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Su importancia se debe a que las acciones impulsadas por una organización siempre van a repercutir en la sociedad y es de vital importancia la imagen que la sociedad tenga de ella, por lo que es recomendable adaptarse a las diferentes normas y requisitos vigentes. En este sentido, el modelo SGE 21 se posiciona como un sistema fundamental para el desarrollo de las empresas en el ámbito de la RSE.
La SGE 21 es la primera norma europea que permite implementar, auditar y certificar un sistema de gestión ética y socialmente responsable. Esta norma es de carácter voluntario y son muchas las empresas que están optando por su implantación, tanto multinacionales como pequeñas y medianas empresas. Además, es completamente compatible con otros modelos ya consolidados, como los de calidad ISO 9001, medio ambiente ISO 14001 o prevención de riesgos laborales ISO 45001.
¿Cuáles son las áreas de gestión de la norma SGE 21?
La norma SGE 21 está compuesta por un total de seis capítulos: cinco de ellos relacionados con los antecedentes y los aspectos generales, mientras que en el sexto se especifican los requisitos certificables de la norma. Y es en este último apartado donde se especifican las 9 áreas de gestión:
GOBIERNO DE LA ORGANIZACIÓN
Se trata del área de gestión central de la norma SGE 21. La alta dirección implementará una Política de Gestión Ética y Responsabilidad Social, un Código de Conducta, una Política Anticorrupción y se encargará de transmitir el mensaje a todos los niveles. Además, creará un Comité de Ética que se encargue de asegurar el cumplimiento de todas las medidas y acciones anunciadas.
PERSONAS QUE INTEGRAN LA ORGANIZACIÓN
El objetivo de este apartado de la SGE 21 es el establecimiento de relaciones laborales sanas que fomenten el bienestar y la motivación de todas las personas que integren la organización. La empresa tendrá que garantizar los derechos y oportunidades de todos los empleados, así como su capacidad de desarrollo personal y profesional, es un aspecto fundamental para que una empresa se encamine hacia el éxito.
CLIENTES
Para una empresa, los clientes son un pilar fundamental para lograr un crecimiento exitoso. Por ello, debe determinar sus necesidades y atenderlas en todo momento. La norma SGE 21 establece distintos requisitos entre los que se pueden destacar la accesibilidad de los productos o servicios, la protección de públicos vulnerables y la incorporación de criterios de Responsabilidad Social en la etapa de I+D.
PROVEEDORES Y CADENA DE SUMINISTRO
Las organizaciones pondrán los medios para disponer de proveedores eficientes y para ello definirán unos criterios de compras responsables e impulsarán la comunicación con los proveedores.
ENTORNO SOCIAL E IMPACTO EN LA COMUNIDAD
Las empresas deben identificar el impacto que provocan en su entorno social para tomar conciencia del nivel de influencia que tienen sobre su entorno. La norma establece que se lleven a cabo acciones sociales y solidarias con su entorno logrando la implicación de los trabajadores y analizando los posibles impactos tanto positivos como negativos en la sociedad.
INVERSORES
Este punto de la norma hace referencia a la implementación de un Código de Buen Gobierno y la transparencia financiera mediante la publicación de las cuentas anuales, haciéndolas accesibles a su entorno.
ENTORNO AMBIENTAL
La gestión ambiental es algo que hoy día preocupa a la mayoría de las empresas debido a las exigencias de la sociedad a nivel global. Pues bien, la norma SGE 21 persigue que las empresas lleven a cabo una gestión ambiental responsable, adquiriendo un compromiso con el Desarrollo Sostenible. Para lograrlo tendrá que elaborar un plan de riesgos ambientales que le permita evitar la contaminación del medio ambiente, así como establecer una estrategia para combatir el cambio climático.
COMPETENCIA
La SGE 21 pretende fomentar una competencia leal y mostrar un comportamiento basado en el respeto y la integridad con otras empresas competidoras. Asimismo, persigue impulsar la colaboración entre las organizaciones de un mismo sector para potenciar la RSE.
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
La norma SGE 21 trata de fomentar en este punto una correcta comunicación entre las empresas y las administraciones, más allá del obligado cumplimiento de la legislación y la normativa vigente. De la misma manera, este apartado busca la transparencia a la hora de cumplir con el pago de los impuestos correspondientes.
Por lo tanto, con la implementación de la SGE 21, una empresa que quiera caminar en la senda de la Responsabilidad Social y la gestión ética logrará un sistema que integre los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno. Si desea más información contacte con nosotros.
Imagen: mindandi