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Actualmente, vivimos en una sociedad cuyo estilo de vida se mantiene en una constante contradicción, debatiéndose entre el problema de generación de residuos de envases y la necesidad de buscar métodos para conservar la comida, tanto cruda como precocinada, en perfectas condiciones para facilitar su consumo.

Los envases alimentarios deben ser capaces de alargar la vida comercial del alimento y evitar al mismo tiempo que se contamine. Pues bien, un aspecto fundamental del envase debe ser el de evitar que migren materiales al alimento, los materiales empleados en él deben asegurar el mantenimiento y la seguridad de los alimentos.

Por tanto, para que un en envase sea considerado de buena calidad, debe evitar que se vean alteradas las características tanto organolépticas como físicos químicos de un alimento, debido a la migración de algunos de sus componentes al alimento.

 Y, ¿qué es la migración?

Podemos definir migración como el desplazamiento químico desde los envases al alimento y el hecho de que se produzca en mayor o menor grado dependerá de distintos factores:

  • la temperatura
  • el tiempo de almacenamiento
  • las propiedades fisicoquímicas tanto del material como del alimento y de la sustancia que puede migrar.
  • el tamaño del envase en proporción al volumen del producto alimenticio

Existe un caso de migración especial, que se denomina “migración off-set” y se produce cuando de la capa exterior impresa de un envase se transfiere algún producto químico a la capa interior debido a un contacto directo entre ellas, que se produce normalmente por su sistema de almacenamiento, en rollo o apilados.

¿Cómo se puede determinar o medir si hay migración?

Para poder determinar si en un envase se producen migraciones a los alimentos habrá que realizar una serie de ensayos utilizando simuladores alimentarios, puesto que no se hacen en los productos alimenticios reales.

La utilización de simuladores de alimentos simplifica los análisis químicos que se deben realizar, puesto que se requieren métodos analíticos específicos para cada producto químico desarrollado para cada alimento o cada simulador alimentario.

Cada simulador alimentario presenta propiedades químicas distintas, con el objetivo de emular el comportamiento de alimentos concretos.  Los simuladores hidrófilos emulan alimentos a base de agua, los lipófilos a los alimentos grasos y los anfipáticos que representa alimentos con ambas propiedades, acuosas y grasas.   

Con la finalidad de verificar que un material es apto para el contacto con alimentos, la Comisión Europea publicó el Reglamento (UE) Nº 10/2011  sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos, en el que establece los controles que deben llevarse a cabo.

Los ensayos de migración que exige son:

  • Ensayos de migración global: para medir la cantidad máxima permitida de sustancias no volátiles liberada desde un material u objeto en simuladores alimentarios.
  • Ensayos de migración específica: para determinar lacantidad máxima permitida de una sustancia concreta capaz de pasar desde un material u objeto plástico a los alimentos o simuladores alimentarios. Ésta a su vez puede ser: Migración específica de carácter general (metales y aminas aromáticas primarias) acorde al anexo II del Reglamento 10/2011, o Migracion específica correspondiente al tipo de material (sustancias recogidas en el anexo I del Reglamento). Estas sustancias específicas deben figurar en la declaración de conformidad que deben facilitar los proveedores de materias primas.

En resumen, disponiendo de toda la información sobre el material y sobre el uso al que se destinará, incluyendo el o los alimentos con los que entrará en contacto, y las condiciones en que se utilizará (refrigeración, congelación, pasterización, altas temperaturas…) se podrán determinar los controles o ensayos que se deben realizar para asegurar la inocuidad del material para el alimento.

Tanto la industria agroalimentaria como los consumidores son cada vez más exigentes con los fabricantes de envases de productos alimentarios y existen distintas normas en el mercado que pueden ayudar a las empresas a certificar y garantizar la seguridad  y calidad de los envases y materiales de envases. Estas normas pueden ser IFS PACSECURE y BRC Packaging, y si está interesado en implantarlas en su empresa podemos ayudarle, no dude en contactar con nosotros.

Foto: freepik.