Comparte: Facebooktwitterlinkedin

La norma ISO 17025 se centra en la gestión de la calidad en el ámbito de los laboratorios de calibración y ensayo. Su objetivo es garantizar que estos sean competentes a nivel técnico y, además, que gestionan la calidad de todos sus procedimientos. De este modo, los laboratorios certificados en ISO 17025, se aseguran que los resultados obtenidos sean veraces y totalmente fiables.

En definitiva, acreditarse en base a los requisitos de la norma ISO 17025 es garantía de la competencia técnica y la fiabilidad de los resultados analíticos de un laboratorio.
Esta norma establece tanto requisitos de gestión como requisitos técnicos, que incidirán directamente en la mejora de la calidad del trabajo y de los procesos. Y se ha ido convirtiendo en el estándar de referencia internacional para los laboratorios de ensayo y calibración.

La última actualización de esta norma tuvo lugar en 2017 y entre los cambios más importante podemos destacar la inclusión del concepto de pensamiento basado en riesgos. Siguiendo la misma línea del resto de normas de alto nivel, es el laboratorio el que determina y decide qué riesgos afrontará y cómo lo hará. Además de este cambio se introdujeron otros como:  actualización de la terminología; mayor reconocimiento a las actividades de muestreo; reducción de los requerimientos prescriptivos; incorporación de sistemas informatizados para la gestión de datos e información; reducción del número de notas informativas y alineación con la Norma ISO 9001:2015.

Esta norma está prevista para ser implementada en cualquier laboratorio de ensayo y calibración con independencia de sus dimensiones, la cantidad de personal o los métodos y procedimientos que apliquen.

¿Qué beneficios aporta la norma ISO 17025?

El primer y más importante punto a favor es que los laboratorios que cumplen con esta normativa cuentan con una acreditación oficial que indica que sus procesos, técnicas y herramientas dan pie a resultados totalmente válidos y veraces. Garantiza la fiabilidad de los resultados obtenidos. Y como consecuencia aporta los siguientes beneficios:

  • Mayor competitividad y refuerzo de la imagen en el sector.
  • Mejora continua de las competencias del personal de laboratorio gracias a la fuerte apuesta por la formación.
  • Mejora de la eficacia en el servicio puesto que el laboratorio se mantendrá a la vanguardia en cuanto a equipamiento
  • Reducción y control de los riesgos
  • Mejora continua del Sistema de Gestión de la Calidad implantado en el laboratorio
  • Aumento de la satisfacción del cliente y su confianza en el laboratorio.
  • Incremento de la productividad
  • Cumplimiento con los requisitos legales de aplicación

Si necesitas asesoramiento para la implantación de los requisitos de la norma ISO 17025 contacta con nosotros.

Imagen: freepik