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Según informa la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la Unión Europea (UE) se redujeron un 2,5 % en 2011 con respecto a 2010. Al contrario de lo que pudiera parecer, en este periodo de tiempo la UE registró un crecimiento económico global del 1,5 %. No obstante, lo que no deja de ser una situación de crisis económica, unida a una reducción de la demanda de combustibles fósiles para calefacción (como consecuencia de un invierno templado), ha hecho posibles estos resultados.

El sector residencial y comercial -en su mayor parte no incluido en el régimen de comercio de derechos de emisión de GEI de la UE (RCDE UE)- fue el que más contribuyó a la reducción. Este tipo de emisiones bajaron cerca del 3,0%, mientras que las correspondientes a los sectores que sí forman parte del régimen de comercio de derechos de emisión cayeron un 1,8% en 2011.

Con estos datos, la AEMA destaca que la mayor parte de los países de la UE están en vías de cumplir los compromisos marcados en el Protocolo de Kioto, que obligan a la UE a reducir sus emisiones de gases invernadero un 20% entre 1990 y 2020. Los últimos datos indican un descenso en las emisiones del 16,5% dentro de la UE.

Pese a este alentador panorama a nivel europeo, en España, en cambio, las emisiones de GEI subieron un 0,1% el año pasado con respecto a 2010, según el informe. Este dato contrasta de forma clara con la tendencia de la gran mayoría de países de la eurozona. Así, el mayor recorte relativo en 2011 se produjo en Chipre, con el 13%; seguido por Bélgica, Finlandia y Dinamarca, con el 8%. El Reino Unido protagonizó el mayor recorte en términos absolutos, con una reducción de 36 millones de toneladas de CO2 (6%); por delante de Francia (24 millones; 5%) y Alemania (17 millones; 2%).

España, por tanto, estaría en el grupo de nueve países miembros que emitieron más gases de efecto invernadero entre 2010 y 2011. Bulgaria, con el 11 % de incremento, se situaría a la cabeza. Ello obligará al estado a compensar este exceso de emisiones. A finales de 2011 ya se habían destinado 420 millones de euros para la compra de derechos de emisión y compensar el exceso de CO2 emitido a la atmósfera.

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