Comparte: Facebooktwitterlinkedin

Actualmente, en el camino hacia la sostenibilidad, el cálculo de la Huella de Carbono de una organización, es uno de los indicadores ambientales más interesantes, ya que le permitirá identifiquen áreas de mejora, reducir sus impactos ambientales y cumplir con objetivos de sostenibilidad.

Por ello, la normativa cada vez va más orientada hacia la obligatoriedad del cálculo de la Huella de Carbono para algunas empresas. Concretamente,   la Ley 7/2021, de 20 de mayo, sobre cambio climático y transición energética, ya establece dicha obligatoriedad para determinadas empresas. Y la modificación del Real Decreto 163/2014 incluye más especificaciones sobre el tema,  estableciendo el registro de huella de carbono, la compensación y los proyectos de absorción de dióxido de carbono. El año 2025 va a ser clave en este sentido para muchas empresas.

¿Qué es la huella de carbono de una empresa?

La huella de carbono de una empresa es la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que produce, expresada generalmente en toneladas de CO2 equivalente. Incluye todas las actividades de la empresa, desde la producción y el transporte hasta el uso de energía y los residuos generados.

La Huella de Carbono se puede calcular para 3 alcances:

  1. Alcance 1: Emisiones directas de fuentes que son propiedad o están controladas por la empresa (por ejemplo, combustión de combustibles en calderas o vehículos).
  2. Alcance 2: Emisiones indirectas de la generación de electricidad, calefacción y refrigeración que la empresa compra.
  3. Alcance 3: Otras emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor de la empresa, como la producción de bienes y servicios, transporte de productos y uso de productos vendidos.
¿Cómo calcular la huella de carbono?

Existen varios métodos para calcular la huella de carbono de una empresa, cada uno con diferentes enfoques y niveles de detalle. Una de los más utilizados es el que establece el estándar ISO 14064.

La norma ISO 14064 es un estándar de carácter internacional que establece las bases para acreditar y garantizar los cálculos realizados para medir Gases de Efecto Invernadero (GEI) de las organizaciones. Su objetivo principal es aportar veracidad, transparencia y credibilidad a los informes de emisión de gases de efecto invernadero de las empresas. Se ha convertido en una herramienta objetiva y verificable para la cuantificación y notificación de las emisiones de gases de efecto invernadero y cálculo de la huella de carbono.

Esta norma no es certificable, pero sí verificable, lo que permite asegurar mediante una empresa acreditada e independiente que la declaración efectuada relativa a las emisiones de gases de efecto invernadero es real y transparente.

La Norma ISO 14064 consta de tres partes:

  • ISO 14064- 1: Especificación con orientación, a nivel de las organizaciones, para la cuantificación y el informe de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero. Es la base para contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa, es decir, para establecer su huella de carbono corporativa (CCF).
  • ISO 14064- 2: Establece la metodología de cálculo de la reducción de emisiones asociadas a la ejecución de proyectos o al diseño de actividades. La información en este apartado comprende las dos fases que componen un proyecto: planificación e implementación
  • ISO 14064- 3: Especificación con orientación para la validación y verificación de declaraciones sobre gases de efecto invernadero.

 Beneficios de verificar la huella de carbono

Los principales beneficios que puede aportar la verificación de tu Huella de Carbono son:

  • Genera de credibilidad y confianza, gracias a la transparencia
  • Mejora de la Gestión Ambiental y contribuye a la protección del clima.
  • Facilita el cumplimiento normativo
  • Aporta una ventaja competitiva
  • Puede facilitar el acceso a financiación
  • Mejora la Imagen de la organización

Imagen: vectorjuice