


Actualmente, en el camino hacia la sostenibilidad, el cálculo de la Huella de Carbono de una organización, es uno de los indicadores ambientales más interesantes, ya que le permitirá identifiquen áreas de mejora, reducir sus impactos ambientales y cumplir con objetivos de sostenibilidad. Y, en esta sociedad cada vez más consciente del cambio climático, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se encuentran ante un reto, pero también una gran oportunidad: el cálculo de su huella de carbono.
Aunque hasta hace poco, la huella de carbono se asociaba más a grandes corporaciones, este concepto se ha ido haciendo cada vez más relevante para las PYMES, ya que pueden jugar un papel crucial en la sostenibilidad global, mientras que se benefician de una gestión más eficiente y una reputación sólida.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono de una empresa es la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que produce, expresada generalmente en toneladas de CO2 equivalente. Incluye todas las actividades de la empresa, desde la producción y el transporte hasta el uso de energía y los residuos generados.
La Huella de Carbono se puede calcular para 3 alcances:
- Alcance 1: Emisiones directas de fuentes que son propiedad o están controladas por la empresa (por ejemplo, combustión de combustibles en calderas o vehículos).
- Alcance 2: Emisiones indirectas de la generación de electricidad, calefacción y refrigeración que la empresa compra.
- Alcance 3: Otras emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor de la empresa, como la producción de bienes y servicios, transporte de productos y uso de productos vendidos.
¿Por qué las PYMES deberían preocuparse por su huella de carbono?
- Conciencia Social y Demanda de los Consumidores: hoy en día, los consumidores están cada vez más comprometidos con la sostenibilidad. Según estudios recientes, más del 60% de los consumidores prefieren comprar productos y servicios de empresas que muestran un compromiso con el medio ambiente. Las PYMES pueden aprovechar esta tendencia como una ventaja competitiva, mejorando su imagen y atrayendo a un público más amplio.
- Cumplimiento Normativo: los gobiernos están implementando normativas ambientales más estrictas. Si bien las PYMES suelen estar exentas de ciertas regulaciones a pequeña escala, cada vez más se están exigiendo informes de sostenibilidad y reducción de emisiones. Adherirse a estos principios desde el principio puede evitar problemas futuros y mejorar la competitividad.
- Eficiencia Operativa: la huella de carbono no solo se trata de ser más ecológico, sino también de ser más eficiente. Reducir las emisiones significa mejorar los procesos, optimizar el uso de energía y recursos, y disminuir costos operativos. Muchas veces, este proceso de reducción es una forma de descubrir oportunidades para mejorar la rentabilidad a largo plazo.
¿Cómo puede una PYME medir su huella de carbono?
Medir la huella de carbono puede parecer un desafío, pero en realidad es más sencillo de lo que parece. Existen diversas herramientas y metodologías que permiten a las PYMES calcular sus emisiones. Algunos pasos básicos incluyen:
- Identificación de las fuentes de emisiones: Esto puede incluir consumo de energía (electricidad, gas, etc.), viajes de negocios, transporte de productos, residuos generados, etc.
- Recopilación de datos: Deberás obtener información sobre el consumo de energía, la cantidad de viajes y los procesos industriales involucrados.
- Utilizar calculadoras de huella de carbono: Varias plataformas ofrecen calculadoras gratuitas o a bajo costo para que las PYMES evalúen sus emisiones.
Uno de las herramientas más utilizadas para el Cálculo de la Huella de Carbono es la ISO 14064. Es un estándar de carácter internacional que establece las bases para acreditar y garantizar los cálculos realizados para medir Gases de Efecto Invernadero (GEI) de las organizaciones. Su objetivo principal es aportar veracidad, transparencia y credibilidad a los informes de emisión de gases de efecto invernadero de las empresas. Se ha convertido en una herramienta objetiva y verificable para la cuantificación y notificación de las emisiones de gases de efecto invernadero y cálculo de la huella de carbono.
Esta norma no es certificable, pero sí verificable, lo que permite asegurar mediante una empresa acreditada e independiente que la declaración efectuada relativa a las emisiones de gases de efecto invernadero es real y transparente.
La Norma ISO 14064 consta de tres partes:
- ISO 14064- 1: Especificación con orientación, a nivel de las organizaciones, para la cuantificación y el informe de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero. Es la base para contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa, es decir, para establecer su huella de carbono corporativa (CCF).
- ISO 14064- 2: Establece la metodología de cálculo de la reducción de emisiones asociadas a la ejecución de proyectos o al diseño de actividades. La información en este apartado comprende las dos fases que componen un proyecto: planificación e implementación
- ISO 14064- 3: Especificación con orientación para la validación y verificación de declaraciones sobre gases de efecto invernadero.
Estrategias para reducir la huella de carbono
Una vez que tengas una idea clara de tu huella de carbono, es hora de actuar. Aquí algunas estrategias para reducirla:
- Optimización energética: implementa prácticas de eficiencia energética en tu empresa, como la instalación de iluminación LED, la mejora de la aislación térmica y la inversión en equipos más eficientes. Estas acciones no solo reducen la huella de carbono, sino que también pueden reducir las facturas de energía.
- Fomentar el teletrabajo y la movilidad sostenible: reduce la cantidad de desplazamientos y viajes de negocios disminuye significativamente las emisiones de gases contaminantes. Promover el teletrabajo, las videoconferencias y el uso de transporte público o vehículos eléctricos es una excelente forma de reducir la huella.
- Utilización de energías renovables: si es posible, invierte en energías renovables, como paneles solares o contratos con proveedores de energía renovable. Esto no solo ayuda a reducir las emisiones, sino que también posiciona a la empresa como un referente en sostenibilidad.
- Gestión de residuos y economía circular: reduce, reutiliza y recicla. Adopta prácticas de economía circular en las que los productos y materiales sean reutilizados en lugar de desechados puede ser clave para reducir las emisiones de carbono.
- Colaboración con proveedores sostenibles: elige proveedores que también estén comprometidos con la reducción de su huella de carbono. De esta forma, crearás una cadena de valor sostenible que contribuirá a reducir el impacto global de tu empresa.
Reducir la huella de carbono no solo tiene beneficios ambientales, sino también económicos. Las empresas que adoptan prácticas sostenibles son vistas más favorablemente por inversores, clientes y socios comerciales. Además, muchas veces las iniciativas para reducir emisiones se traducen en ahorros a largo plazo.
Imagen: verctojuice