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A finales del mes de septiembre hemos conocido que el Grupo de Investigación Análisis Medioambiental y Bioanálisis del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 en la Universidad de Huelva ha trabajado muy duro para el desarrollo de diferentes técnicas analíticas que permiten la detección de tóxicos en alimentos cuando estos se encuentran en pequeñas cantidades logrando con este desarrollo la protección de la salud de los consumidores ya que al ser un método sencillo, económico y rentable se puede incluir de forma rutinaria como método de control para las empresas dedicadas al control de la calidad alimentaria.

Tóxicos en alimentos

Los trabajos se han desarrollado con alimentos procedentes del mar como la ortiguilla (Anemonia sulcata), especie muy consumida en Andalucía (especialmente en Huelva y Cádiz) según hemos podido conocer a través de las declaraciones de Dña. Tamara García, investigadora de la Universidad de Huelva, se ha desarrollado un método que permite medir el arsénico y las diferentes formas químicas en las que este elemento puede encontrarse.

Para el desarrollo de esta técnica, los expertos han  analizado muestras de suero y orina de personas que previamente habían consumido ortiguillas para poder determinar el tipo de arsénico que las componía (orgánico o inorgánico) logrando con la aplicación de la técnica desarrollada, el poder diferenciar a muy bajos niveles el arsénico “malo” o inorgánico del arsénico “bueno” u orgánico.

Tras conocer las conclusiones publicadas en el estudio “Specification of arsenic in marine food (Anemonia sulcata) by liquid chromatography coupled to inductively coupled plasma mass spectrometry and organic mass spectrometry” recogido por la revista Journal of Chromatography hemos conocido el desarrollo de las técnicas que permiten medir el nivel de toxicidad o las diferentes formas químicas en las que se encuentra el arsénico en la naturaleza y los métodos desarrollados por los expertos que permiten el desarrollo de un proceso de digestión gástrica para determinar que compuestos son asimilables por el estomago humano y cuáles no y en qué cantidad pasarían estos a la sangre.

A la misma vez, el grupo de expertos coordinado por la profesora García Barrera ha trabajado con distintos tipos de aceites y bebidas (principalmente zumos) para desarrollar un método basado en el uso de membranas que permiten medir a niveles muy bajos la presencia de componentes perjudiciales en estos productos como son los plaguicidas utilizados en la industria agraria y el disolvente halogenado presente en el proceso de obtención del aceite de orujo. Cabe mencionar que este descubrimiento también ha sido publicado a través de un artículo en la revista Journal of Chromatography con el nombre “New home-made assembly for hollw-fibre membrane extraction or persistent organic pollutants from real world samples”.

Por último consideramos importante indicar que todos los desarrollos llevados a cabo por nuestros expertos son el fruto del proyecto de excelencia Desarrollo de nuevos métodos y acoplamientos instrumentales para la especiación química de elementos en alimentos cardiosaludables. Integración medioambiental y toxicológica, financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía y que gracias a su aplicabilidad se ha logrado que el equipo investigador formalice diferentes contratos de investigación con varias empresas interesadas en aplicar las nuevas técnicas analíticas desarrolladas.

Apueste por garantizar la seguridad alimentaria, calidad y legalidad de sus productos, apueste por contactar con Integra, no se arrepentirá.

Imagen|Blegib